OCTAVIO PAZ
Nació el 31 de marzo de 1914 y murió en abril de 1998.
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la facultad de filosofía y letras.
Considerado uno de los mejores escritores y poetas del siglo XX.
Participó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas en España.
Publicó sus trabajos en diversas revistas literarias como: Barandal, Taller, La Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado.
En 1990 ganó el premio nobel de literatura, único escritor mexicano que ha ganado este premio.
Sur obras más reconocidas: El laberinto de la soledad, El Arco y la Lira, Águila o Sol, Libertad bajo palabra, Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo
Al publicarse El laberinto de la soledad, Octavio Paz alcanza fama y reconocimiento nacional y se inicia su ascenso internacional.
Vivió en el Barrio de Santa Catarina, en el Centro Histórico de Coyoacán, donde actualmente se encuentra la Fonoteca Nacional, donde podrán escuchar de la propia voz de Octavio Paz varios de sus poemas.
Aquí algunos de sus poemas:
Dos cuerpos
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
COMO QUIEN OYE LLOVER
Óyeme como quien oye llover,
ni atenta ni distraída,
pasos leves, llovizna,
agua que es aire, aire que es tiempo,
el día no acaba de irse,
la noche no llega todavía,
figuraciones de la niebla
al doblar la esquina,
figuraciones del tiempo
en el recodo de esta pausa,
óyeme como quien oye llover,
sin oírme, oyendo lo que digo
con los ojos abiertos hacia adentro,
dormida con los cinco sentidos despiertos,
llueve, pasos leves, rumor de sílabas,
aire y agua, palabras que no pesan:
lo que fuimos y somos,
los días y los años, este instante,
tiempo sin peso, pesadumbre enorme,
óyeme como quien oye llover,
relumbra el asfalto húmedo,
el vaho se levanta y camina,
la noche se abre y me mira,
eres tú y tu talle de vaho,
tú y tu cara de noche,
tú y tu pelo, lento relámpago,
cruzas la calle y entras en mi frente,
pasos de agua sobre mis párpados,
óyeme como quien oye llover,
el asfalto relumbra, tú cruzas la calle,
es la niebla errante en la noche,
como quien oye llover
es la noche dormida en tu cama,
es el oleaje de tu respiración,
tus dedos de agua mojan mi frente,
tus dedos de llama queman mis ojos,
tus dedos de aire abren los párpados del tiempo,
manar de apariciones y resurrecciones,
óyeme como quien oye llover,
pasan los años, regresan los instantes,
¿oyes tus pasos en el cuarto vecino?
no aquí ni allá: los oyes
en otro tiempo que es ahora mismo,
oye los pasos del tiempo
inventor de lugares sin peso ni sitio,
oye la lluvia correr por la terraza,
la noche ya es más noche en la arboleda,
en los follajes ha anidado el rayo,
vago jardín a la deriva
entra, tu sombra cubre esta página.
Octavio Paz no sólo escribió poemas largos, también hay algunos cortos, a su derecha podrán leer algunos.
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